Cosas varias

Me quedan 5 meses muy ajetreados por delante, y que son el preludio de un cambio de vida. Dentro de 5 meses me casaré y no puedo esperar el momento de que llegue ese día. Por fin voy a convivir con mi novio de toda la vida, pero de toda, toda (12 años, vamos) y eso me hace mucha ilusión. También me hace ilusión el llevar una casa (entre los dos, que conste) porque se que no es fácil y espero estar a la altura de eso.

Por problemas con las constructoras (como siempre) no me dan el piso hasta septiembre (o al menos eso dicen ahora) y me caso en octubre, así que lo tengo un poco chungo, la verdad. Pero no vamos a mover la fecha de la boda (no, no, no)

Estaba yo el otro día por Ikea, y vi una parejita con su carro lleno de cosas para su (más que seguro) recién estrenado hogar, y sentí una envidia (sana, todo hay que decirlo). Y es que tengo muchísimas ganas de entrar en mi casa y ponerme a hacer cositas. No la quiero llevar con todos los complementos posibles, bueno, si tuviese mucho dinero claro que me gustaría llevarla, pero como no es el caso me conformo con lo que se pueda. Pero puedo adelantar que el otro día compramos la mesa del salón y las 6 sillas.

Sola, triste y sola

Pues sip, hoy me ha tocado estar solita. Que le vamos a hacer. Mi compañero está malito (ha pillado un buen resfriado) y lo he mandado que se acueste y que no venga esta tarde, porque ya está bien de hacer el tonto viniendo a trabajar con 38,5 ºC, que luego nadie te lo agradece, y se pasa muy mal.

Así que aquí estoy, con un curso on line que tengo que terminar antes del 12 de mayo y del que sólo he hecho 3 temas (tiene 11). Dependiendo de la gente que venga así me pondré o no a hacerlo. Y es que he descubierto que mi verdadera vocación es estar de vacaciones. Sip. Ni pedagogía, ni agente de viajes, ni leches (como Bernardo). Yo quiero ser de mayor vacacionista (y si no existe, quiero ser yo la primera en serlo). Es que me matan los horarios, me mata estar aquí en mi agencia todo el día (reconozco que en esta he mejorado bastante, pues estoy como en una pecera, toda de cristales, con lo que tengo mucha luz, y veo todo lo que pasa en la calle) y me mata la gente. Sip. Me mata la gente, y mira que a mi siempre me ha gustado relacionarme con la gente, pero de verdad que cada vez me interesa menos. Y es que hay gente encantadora, pero la mayoría es ******** Creo que me estoy recalentando, voy a calmarme un poco.

Un día de julio en Zumaia (Guipuzcoa)

Un agujero en la alambrada

En un pueblito suceden cosas extrañas. Junto a la vida cotidiana de la aldea, hay un hecho inexplicable: existe una zona prohibida para los habitantes, estrictamente vigilada. Los únicos que realmente tienen curiosidad por ver lo que hay ahí son los niños. Usan mil trucos para burlar a la vigilancia. Son descubiertos una y otra vez. Esto es lo que nos cuentan desde la página de ediciones SM (sí, los de barco de vapor), aunque creo que se pasan en la descripción, pues sólo he copiado esta parte... ¡¡¡te cuentan todo el libro!!! Es uno de los libros que más recuerdo de mi infancia, y hace unos años lo compré (pues cuando me lo leí me lo habían prestado). Creo que para niños de unos 12 años en adelante le puede gustar. A mi me encantó. Y para quien se lo haya leído, me puede decir ¿qué película realizada recientemente (2004) parece que hayan sacado la base del argumento de este libro? No digo que sea igual (porque no lo es) pero lo que es la trama es prácticamente la misma.

Vuelta de vacaciones

Po zi. He vuelto de vacaciones, aunque no había avisado de que me iba (es que a veces soy muy maleducada). Vengo con pocas ganas de trabajar, la verdad, muy poquitas, muy poquitas.