kalakanta

28 junio, 2006

Por la mañana

Hoy, leyendo una revista de estas que se catalogan como sólo para chicas, he leído varios artículos interesantes. Uno de ellos hablaba de Sofonisba Anguissola, pintora italiana del Renacimiento Italiano, que estuvo en España pintando cuadros de la familia real española. Me ha parecido muy interesante, pues no es común ver como una mujer en aquellos tiempos era tomada en serio en su profesión. De hecho, muchos de sus cuadros, mucho después de su muerte, cuando su nombre ya estaba olvidado, se le atribuyeron al gran Tiziano. Pues sí, aunque parezca mentira esta chica fue un gran portento, aunque no podía cobrar por sus cuadros, pues ello hubiese sido igual que calificarla de prostituta ¡¡¡ay, qué vida esta!!! Así que cobraba en regalos, algunos de ellos muy costosos.

Y el otro artículo hablaba de lo mal planteados que están los estudios de idiomas en nuestro país, y estoy totalmente de acuerdo. Lo planteaba simplemente diciendo que cuantos de los que hemos estudiado inglés desde pequeñitos somos capaces de leer una novela (aunque sea de las más pequeñas posibles) en inglés. Que con los años que nos llevamos estudiándolos ya era hora de que pudiésemos hacerlo. Yo me compré un librito de amor adolescente en Gibraltar hace millones de años, y creo que pude leerlo entero hace dos años, y, obviamente, dando por entendida muchas cosas de las que leía... vamos, lo típico que te decían, se entiende por contexto.

La revista se llama UNICA, y creo que está bastante interesante, aunque trae poquitas cosas.

27 junio, 2006

A un panal de rica miel
dos mil moscas acudieron,
que por golosas murieron
presas de patas en él.
Otra dentro de un pastel
enterró su golosina.
Así, si bien se examina,
los humanos corazones
perecen en las prisiones
del vicio que los domina.


Me aprendí estos versos, refran o fábula o lo que sea, leyendo Alicia en el país de las maravillas, pero la versión de verdad, la larga. Me lo aprendí porque siempre veía en las películas ambientadas en la época victoriana como a los niños se les pedía que recitasen un poema. Así que yo quería ser igaul y por ello me aprendí esto... aunque está totalmente borrada de mi memoria, lo admito, pero entonces me hizo ilusión.

23 junio, 2006



Para el que no sepa que leer en los largos días de verano, y le gusten los libros que te van sorprendiendo, les aconsejo El Psicoanalista de John Katzenbach. A mi me lo recomendó la tía de mi novio y de verdad que me gustó bastante.

Soy muy optimista

Creo que leyendo el blog doy la impresión de estar un poco amargada. La verdad es que me amarga el trabajo, pero también coincide que suelo escribir cuando me quedo los medio días en Sevilla. En vez de ir a mi casa a las 2, me quedo en la oficina hasta las 17:30 que volvemos a abrir terminando cosas (en este caso un curso que tenía que acabar hoy). Y creo sinceramente que no es sano, porque entonces me llevo 12 horas encerrada en el mismo sitio. Pero en realidad soy muy optimista.

Allá voy

Mi abuelito José decía a veces que quería tener una suzuki y salirse del mundo (esto viene de un anuncio de suzuki que salía un chico un su moto y llegaba al fin del mundo). Pues a veces pienso que no en una moto porque me dan un poco de respeto, pero que no estáría mal tener unos cohetitos espaciales en forma de mochila guardados en el armario, para esos días en los que no acabas de estar como a ti te gustaría. Sería cuestión de ponerse la mochila-cohete a la espalda y salir disparada hacia el espacio... y allí, donde hay mucho, pero que mucho silencio (según dicen) darte una vueltecita admirando nuestro planeta que, al ser casi todo azul, debe relajar bastante. Y cuando te canses, pues nada, vuelta a casa con las pilas cargadas. Aunque aprovenchando que todo es silencio, y que no suele haber demmasiada gente por el espacio (que sepamos) podríamos dar un gran grito de esos que hasta te haces daño en la garganta y te quedas la mar de agusto.

20 junio, 2006

Jeje, nunca me había pasado

Pues hoy he ido a los Arcos (un centro comercial) y he estado haciendo cosas varias, comprando ropa de bebé (para mi prima Constanza), comprando regalos para Carlitos y Rafael (sólo es el cumple de Rafa pero con 4 y 5 años ya se sabe, hay que comprarles a los dos), comiendo sola (que triste)... cuando en el momento en que me dirigía al aparcamiento, por las consabidas escaleras mecánicas, se ha ido la luz en el centro comercial. Ha sido extrañísimo, porque no nos hemos quedado a osucaras pues tiene muchos ventanales, pero se ha frenado de golpe la escalera y ¡¡casi me caigo de boca!! Además se ha escuhado un ¡¡¡OHHH!!! de todos los que íbamos por escaleras, rampas y (pobrecitos) ascensores. Bueno, han sido sólo unos segundos, pero la verdad es que ha estado gracioso (menos para los del ascensor, me temo, menos mal que no era yo). Por si acaso se volvía a ir, para seguir bajando de planta he ido muy agarradita a la barandilla porque os aseguro que eso de la inercia que nos explicaron en 8º de EGB (eso del experimento de una patata clavada en un cuchillo al que le das un golpe seco en el aire y la patata se corta entera por la mitad) es muy cierto.

17 junio, 2006

Estoy agobiada, estoy triste, estoy feliz

Hace varios días que intento escribir, pero me es imposible. No tengo tiempo para nada y eso no me gusta. El otro día iba a mi casa en coche y me dio por pensar que no se cuando fue la última vez que me aburrí... ¡¡¡con lo que a mi me gusta aburrirme y no hacer nada!!! Tengo todos los días programados de una manera u otra y eso creo que no es sano. Intentaré escribir de algo más que no sea mi agobio continuo.

Podría hablar de que estoy muy preocupada porque mi primo Gabriel está descontrolado. Tiene 14 años y cada vez está peor. Yo le quiero mucho y me gustaría ayudarle, pero no encuentro el modo. Muchas veces me da por pensar que me lo voy a llevar a pasear y que hablaremos durante todo el día, y que él me contará lo que le preocupa y lo que le hace estar en contra de todos... pero luego lo pienso de otra manera y digo: se va a reir de mi. Y mira que a mi me quiere, porque yo lo se, pero es que esa edad es tan mala.

También me preocupa mi abuela que, desgraciadamente, tiene alzheimer y cada vez va a peor... aunque más penita me da mi madre que tiene que cuidarla y se desespera. Cualquier día le da un ataque de ansiedad o algo así. Porque mi madre es muy fuerte, pero todos tenemos un límite, y he de reconocer que mi abuela tiene una forma de comportarse que saca de quicio al más santo. Nos ha tocado.

Aunque tembién hay cosas por las que alegrarse, como que cada vez queda menos para la boda, y soy muy feliz por ello. Aunque, para que no sea demasiado feliz me han dicho que probablemente el piso me lo entreguen en octubre, con lo cual lo tengo un poco crudo... pero ¡¡¡al mal tiempo buena cara!!!

Y otra cosa por la que alegrarnos es los niños de mi familia que son los que de verdad me alegran. Mi Carlos y mi Rafa, a los que afortunadamente veo todas las semanas. Mi Coral, a la que veo poquito porque vive en Granada (bueeeno, Graná) pero la quiero con locura. Mi Esther y Raúl a los que no veo todo lo que quisiera aunque los tengo muy cerquita. Y mi Acaymo, al que no veo desde Navidad, porque vive en Francia, pero le echo mucho, mucho de menos. Y dentro de unos meses tendremos aquí a Elena, para seguir ampliando la familia.